PRIMER LUGAR CONCURSO CIS

Proyecto: CIS Centro de la Innovación de la Salud – Universidad de Cuenca

Ubicación: Cuenca-Azuay-Ecuador

Fecha del proyecto: julio 2020

Autores: 

Arq. Juan Pablo Astudillo Cordero

Arq. Jaime Guerra Galán

Arq. Dalton Paz

Arq. Felipe Cobos Hermida

Arq. Sebastián Astudillo Cordero

Arq. José Omar Guncay

Ing. Juan Carrión

María Eugenia Alvarez Urgiles

René Gonzalo Tixi Toalongo

Stephanye Rojas

TÁCTI.CO Taller de Arquitectura

Cliente: Universidad de Cuenca

Área del terreno: 20 340 m2

Área de planta baja: 5 464 m2

Área total de construcción proyectada: 32 300 m2

Número de plantas: 3 niveles superiores, 3 niveles inferiores

Categoría: Obra Nueva

Materiales: Hormigón pretensado, aluminio, madera, vidrio

El proyecto plantea la disminución del volumen considerado en las bases del concurso y su presencia frente a un edificio patrimonial existente, un respeto a la escala barrial; más humana, más acogedora y de acogida, más de casa. Se contrapone a la especificidad extrema y rigidez de los espacios de salud y toma en cuenta las nuevas emergencias humanas, naturales, culturales. La urbanización desmedida de un bloque edificado de más de 30000 m2 frente a la percepción de espacios más humanos, inclusivos e incluyentes con la división de equipamientos menores, unidades autónomas, sustentables y sostenibles, progresivas y flexibles que permiten la vida en colectivo y a su vez la individualidad familiar o personal que acompaña en ocasiones la enfermedad y el dolor, permitiendo como debe hacer la arquitectura en su objetivo de humanizar el espacio, la autodeterminación.

Se incluyen espacios públicos diversos, mismos que van desde la escala mínima del espacio de transbitar, -contrapuesto al concepto de habitar normalizado-, es decir un estar trascendente, que permitirá a través de la flexibilidad propuesta, la ampliación de la vida, ya sea para los ejercicios matutinos o vespertinos, el cuidado de plantas o animales menores como canarios u otros, recibir visitas tanto de personas, familiares y con extremo cuidado para mascotas, definidos por categorías de enfermedad y acceso a su visita incluidas en las políticas de gestión. Dicho espacio extendido y variable se adaptará a las condiciones específicas de cada usuario, y cuyo afán es el de mejorar su salud a través de la diversificación de actividades en compañía de terapias alternativas dictadas por el personal médico, pueden ir desde el cultivo de huertos orgánicos que sirvan para abastecimiento del mismo Centro, cultivo y cuidado de plantas ornamentales, aromáticas, medicinales, etc.

La extensión de la habitación hacia un espacio al aire libre, pero aun privado, un café por la mañana, leer el periódico, capacitación personalizada en cursos o talleres virtuales o asistidos, espacio de juegos para niños con cáncer o lugar de estancia temporal para visitas. Este espacio se vuelve un dispositivo esencial luego de la pandemia que acompañó el desarrollo del proyecto, misma que obligó a todos desde cada uno de nuestros lugares diversos y específicos a replantearnos la vida, lo importante de lo flexible y el innumerable número de actividades que puede otorgarse a un espacio sin nombre.

El proyecto propone también el desarrollo de espacios públicos a mayor escala, partiendo de la privacidad de la habitación, un espacio comunal de cada equipamiento menor, correspondiente a cada bloque y por lo tanto separado aun del mundo colectivo masivo, en el mismo se crean lugares de siembra, cultivo y cosecha en huertos urbanos inclusivos pero colectivos que se plantean como respuesta a la crisis alimentaria futura, la alimentación sana y la corresponsabilidad con el medio ambiente y el planeta, lugares de estancia, contemplación, recorrido, espacios de sombra que al encontrarse en el nivel -4,00m se aíslan del ruido de la ciudad, además de la vista de los paseantes externos.

Se proyectan espacios comunitarios mayores, plazas o espacios naturales para el desarrollo de prácticas deportivas terapéuticas, huertos nuevamente, actividades diversas que permitirán la inclusión de vecinos del barrio, generación de empleo para el cuidado, cultivo de productos naturales, plantas medicinales y demás que podrán ser estudiados en los laboratorios y espacios experimentales de la fábrica de medicina biológica.

Y por último los espacios públicos de ciudad, aquellos que acompañan el edificio, generan espacios de estancia para el público en general, lugares de llegada y espera del transporte, sombra, aislamiento del ruido, atracción de fauna silvestre, etc.

En cuanto a las circulaciones, relaciones y conexiones, el edificio respeta las propuestas por la fase 1 del proyecto y las potencia en su desarrollo, estableciendo una Avenida subterránea que dará acceso a los parqueaderos para el público en primer nivel, y para el personal técnico en segundo nivel junto con vestidores; y la Calle elevada, un espacio lineal que permite una circulación clara, directa y rápida en un nivel +4,00, que genera otro tipo de relaciones con el espacio público y también el funcionamiento fluido del personal en su labor cotidiana.

La propuesta respeta las fases planteadas; al entender que el proyecto deberá buscar financiamiento, se desarrolla como una estrategia no solo arquitectónica progresiva e independiente, sino también como una estrategia de negociación en busca de socios estratégicos o apadrinamientos locales o internacionales. Además de estructuralmente ser una solución de mayor seguridad, permite también desde el punto de vista sanitario el separar grupos vulnerables de forma aislada ante posibles catástrofes. Con este mismo criterio se incluye la propuesta del edificio para Jubilados, actualmente existente y que a nuestro parecer será un socio estratégico y usuario primordial del espacio urbano y de salud propuesto.

Al ser un proyecto de carácter regional, nacional e internacional por la diversidad de usos propuestos, y encontrarse inserto en un espacio importante de la ciudad, límite del centro histórico por el este y conexión con barrios extensos y poblados, adquiere un carácter de proyecto de ciudad y por tanto, no debe tan solo beneficiarse de lo que la ciudad misma le ofrece con sus características urbanas sino que debe mostrar también su compromiso para con los cercanos, vecinos y transeúntes diarios que deberían ser incluidos y tomados en cuenta, razón por la que se incluye la búsqueda de un socio estratégico como la Ilustre Municipalidad de Cuenca para la adquisición a través de la figura de Interés público de las viviendas menores colindantes con la Fábrica propuesta, con la idea de incluir un parque urbano de borde que permita una relación cordial y saludable con el sector, la inclusión de diferentes actividades urbanas en distintos horarios que dará al Centro la seguridad necesaria en un espacio vivo que se contrapone con el concepto inicial de los Centros enfocados en cuidar al enfermo.

Es un ejercicio por reconstruir el vacío, pero a su vez el lleno y que aquel vacío sea llenado por sus usuarios, promotores y gestores según las actividades, pero guiados por la necesidad de movimiento, acción o actividad. Que la arquitectura permita y acoja.